Hace días que pasa algo raro, todo va normal. Aunque esté entre cuatro paredes mirando por la ventana que no para de llover no pierdo la sonrisa y me siento extrañamente muy feliz. Hace días que decidiste decirme que me echabas de menos y que no habías conseguido dejar de quererme, y lo más extraño de todo, es que en lugar de echar a correr como antes hubiera echo para que fueras a buscarme a aquel escondite, decidí echarte esa mirada pícara y sonreírte como nunca antes te había sonreído. Decidí decirte estúpido, quererte y abstenerme a todas las consecuencias, y luego, besarte. Besarte como quizá nunca antes lo había hecho. Pero .. lo más extraño y normal de todo es que desde ese día sigo con las mismas ganas o incluso más de que me abraces y de abrazarte, de que me digas te quiero y luego yo repetirlo, de cogerte de la mano por la calle y que no me sueltes, de comerte, de oír tu risa una y otra vez .. porque hasta hoy, no me he dado cuenta de la verdadera falta que me hacías tú y tus te quiero. 
Y es que, sinceramente .. hay que estar muy loco para saber hacerme feliz.
